lunes, diciembre 24, 2007

Letras, música y Ellas: las chicas guapas

Han salido los créditos finales de la película. Digamos que es una de esas en las que el protagonista regresa a casa tras un tiempo viviendo en la ciudad. El título da igual. Regresa al hogar donde creció para encontrar respuestas, para revisar sus pasos. Pero eso él no lo sabe. Sólo sabe que necesitaba subirse a aquel autobús. Y en los créditos comienza a sonar una melodía triste que poco a poco se silencia para dejar paso a otra. Diferentes, pero iguales. Las canciones tristes nunca se paran de golpe. Si no, no serían tristes.

Él dice que ha regresado por la reunión de antiguos alumnos de su instituto, aunque realmente no tiene claro si cuando termine el evento volverá a la ciudad para casarse con su encantadora y perfecta novia. Pero ya sabéis como son las buenas historias… por el camino, aunque no se muestre de manera evidente, se da cuenta de qué debe hacer y de cuál fue la verdadera razón de su viaje. ¿Podría haberse dado cuenta en su apartamento sin necesidad de pasar seis horas en autobús para revivir viejos tiempos? Las respuestas a nuestras preguntas siempre están en nosotros. Las soluciones a los problemas, también. Cualquier jodida cosa que busques. Todo está en nosotros. Pero sin la ayuda de otras personas jamás nos damos cuenta. Ella, o ellos, nos lo muestran. Ese lugar especial nos lo muestra.

Los créditos finales resumen una película a la perfección. Siempre. Y parece que la mayor parte de la gente no se da cuenta. Es por esas letras blancas sobre fondo negro acompañadas por música triste por lo que estoy escribiendo ahora. Igual no son sólo letras blancas sobre fondo negro acompañadas de música triste.

1 Comments:

Blogger eresfea said...

Ese "todo está en nosotros", en singular, te acerca a San Agustín.
Un abrazo.

12 de febrero de 2008, 15:46  

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